Pequeños grandes héroes



Reconociendo el acto tan noble de dos adolescentes, Mundo Feliz les trae esta hermosa historia.



"Jonathan de 12 años suele encontrarse gatitos abandonados o que estan siendo torturados por los malditos mocosos de su secundaria.

En su casa (y en contra de la voluntad de su mamá), viven dos enormes monstruos: Diego y Monti, ambos rescatados de la taza del baño de la secundaria donde algunos infelices bastardos los aventaron para que se ahogaran despues de divertirse con ellos. Estos gatitos fueron los dos primeros rescatados durante su regreso de la secundaria.

Ahora se volvieron a encontrar a otro pequeño gatito como de 15 dias de nacido que algunos desgraciados aventaron a un estacionamiento.
Jonathan, nervioso porque sabría la reacción de su mamá y de su abuelita al enterarse de esta nueva "adquisición" se quedó sentado en la escalera con el gatito envuelto en su chamarra de la secundaria. Brandon (el hermano, de 16 años), salía y entraba nervioso, ya que su abuelita le advirtió que ella no quiere mas gatos.

Despues de unos incómodos minutos, su tía les encomendó su primer tarea.

Salió y les hizo el comentario de que respetaba mucho lo que habían hecho, aunque esto les podría ocasionar problemas, pero que en esos momentos ellos se habían convertido en los responsables del gatito y que tenían que buscar alguna manera de remediar la situación.


Su tía les sugirió que se dirigieran al servicio veterinario y que ahí les preguntaran si ellos podrían ofrecer al pequeñín en adopción. Sin pensarlo, se levantaron y tomaron camino.


Un buen rato después, los chicos regresaron con las manos vacías y una amplia sonrisa. Emocionados, le comentaron a su tía que el chico que atiende el local les pidió que esperaran, que tenía que consultarlo con su patrón (el veterinario). El MVZ le dijo que no tardaba en llegar y en cuanto lo hizo, les dió la direccion de una persona amiga suya que siempre le ha pedido que le consiga un gato. Ellos llegaron al lugar, no muy lejos de ahi, y fué amor a primera vista. Lo demás es historia".


Este hermoso relato nos deja muchas enseñanzas:

El rescatar a un animalito implica un compromiso con él, así nos entre la angustia de "Ya lo recogí de la calle ¿ahora que hago?". Es normal esta sensación, todos los que alguna vez hemos rescatado un animalito de la calle, nos hemos preguntado lo mismo: ¿Qué hacer? ¿Dónde buscarle hogar? ¿Y si pasan meses y nada?... es una sensación de angustia terrible pero sin embargo, una satisfacción enorme cuando finalmente le encontramos un hogar. Y justo esa última experiencia es la que nos motiva a seguir ayudando, aún sabiendo, que puede tardar en llegar el final feliz que buscamos.

También nos enseña lo importante que es enseñarles a nuestros hijos, hermanos, sobrinos, ahijados, etc, el valor que tienen los animales. Que no importa la especie, el tamaño, si son bonitos o no, a final de cuentas son seres vivos que sienten, al igual que nosotros y que no se vale lastimarlos.


Alguna vez escuché esta frase y que es muy cierta "Se vale que no te gusten los animales, pero no se vale que los lastimes".



Gracias a
Cuidando sus huellas por permitirnos compartirles esta historia.
Con la tecnología de Blogger.