¿Los perros piensan?




Estábamos en la hora de la comida (más bien cena porque eran como las 8:00pm XD), mi perrito Rocky y el Wero (nuestro huésped temporal) estaban en el patio. Los podíamos ver porque hay un ventanal en el comedor que da al patio.

En eso, notamos que Rocky estaba solamente sentadito como pensativo, mirando hacia la puerta (la que da a la calle) y en eso empezamos a hacer comentarios como: "Está meditando", "Está tramando alguna travesura", "Nos está dando la espalda, ignorándonos por haberlo sacado al patio a la hr de la comida (cosa que nunca hacemos) :P", etc... no recuerdo si entre esos comentarios alguien dijo la palabra "pensar", pero mi mamá dijo "Los perros no piensan porque no hablan. Solo los que tienen un lenguaje pueden pensar porque cuando tu piensas dices, por ejemplo: voy a hacer esto, voy a hacer lo otro, etc... piensas en tu cabeza lo que vas a hacer y lo haces con las palabras..." algo así dijo, dando a entender que solo el ser humano, quien tiene el don del habla, puede pensar.

Entonces le pregunté "¿Y un bebé no piensa? porque si son recién nacidos no conocen las palabras, no saben hablar", no recuerdo que me contestó, creo fue algo como "Pero imaginan las cosas y tienen una forma de comunicarse".

Mi hermano también le cuestionó tu "teoría": "¿Entonces un sordo-mudo tampoco piensa porque no puede hablar?", - "Pero tienen su propio lenguaje"- respondió mi má. Y mi hermano le dice "Los animales también deben tener su propio lenguaje". Mi pá dijo: "No estamos diciendo que piensen como nosotros, pero deben de tener cierta capacidad de pensar".

Entonces comenzamos un mini debate en el cual eramos 3 vs 1. Tres apoyando la idea de que de algún modo los animalitos piensan, y mi mamá apoyando lo contrario.

Así que decidí investigar un poco sobre el tema y aquí les dejo algunos puntos bastante interesantes.



¿Los perros piensan como nosotros?


El proceso de pensamiento responde a una motivación, es un medio de planificar una acción, examinar la situación y decidir la mejor manera de llevarla a cabo. Nos permite ir superando dificultades ideando planes, encontrando la mejor forma de hacer aquello que nos hemos propuesto.

Durante años se ha tenido la creencia de que el ser humano es el único animal “racional”, atribuyéndole la capacidad de pensar, sentir y emocionarse. Descartes aseguraba que los animales carecían de estado consciente, de inteligencia y de cualquier proceso mental análogo al ser humano. Pero Darwin aseguraba que “las distintas emociones y facultades como el amor, la memoria, la curiosidad, etc -de las que se jacta el hombre- se encuentran en forma incipiente y a veces bien desarrolladas en los animales inferiores”.

Si bien es cierto que poseen comportamientos instintivos como mover la cola, ladrar, gemir o enseñar los dientes, no es menos cierto que lo hacen de forma controlada escogiendo el momento. Lo que implica un razonamiento.

¿Realmente podemos atribuir la capacidad de pensamiento únicamente al ser humano? ¿Acaso los animales no llevan a cabo planes para conseguir aquello que quieren?




Ejemplos, hay muchos...


Si hemos comido algo delicioso delante de un perro, seguramente habremos oído gimoteos, mientras nos pone su mejor carita de lástima, nos da golpecitos con la pata, o realiza todas esas monerías que le hemos enseñado anteriormente.

El perro tiene una motivación que es la comida, examina las opciones para obtenerla y como no le es posible cogerla a placer, planea la mejor manera de obtener esa comida, que es tocándonos el corazoncito desplegando sus armas para que caigamos en la tentación de darle un trocito.

Entonces, los perros pueden pensar y razonar, pero de forma diferente a nosotros. Su razonamiento es sencillo pero no por eso menos efectivo que el nuestro, ya que les permite conseguir aquello que necesitan que es, en la mayoría de casos, comida y atención.

El pensamiento del perro funciona por causa-efecto. Si una acción les aporta una recompensa, esa acción será repetida y se realizará en el momento adecuado.

Otro ejemplo es cuando le enseñamos a nuestro perro a hacer sus necesidades en el jardín. Cuando el perro tenga que hacer sus necesidades, rascará la puerta ya que sabe que de esa manera irás a abrirle para poder salir al jardín, porque probablemente hubo un primer día en el que rascó la puerta y le funcionó, de manera que este comportamiento se repite. Si rasca la puerta en presencia de otra persona que no es su dueño y no entiende esa señal, no le abrirá la puerta. El perro no entenderá que falla y se frustrará, pero probablemente este estado de frustración solo le dure un rato y enseguida se olvide haciendo otra cosa que le guste o le apetezca.

Esto es debido que sus pensamientos son más inmediatos que los nuestros, ya que no poseen capacidad de abstracción de pensamientos.

¿A quien no le ha pasado lo siguiente? Te levantas, te pones los zapatos, descuelgas del guardarropa la correa de paseo, la coges y… tu perrito se pone a brincar, a ladrar, a mover la colita porque reconoce que cuando tu llevas acabo dicha rutina, le toca salir a pasear.

Los perros no pueden entender, como nosotros, conceptos del pasado, presente y futuro. Analizar y sacar conclusiones tal y como lo hacemos nosotros, pero ellos viven el momento, sin preocuparse del futuro ni dar demasiadas vueltas al pasado.


¿Los perros piensan?


Sí. Los perros son capaces de sentir un rango de emociones similar al de los humanos. Sienten alegría al recibirte cuando regresas del trabajo o cuando juegas con él. Sienten frustración cuando no comprenden el mensaje de lo que se le está pidiendo, o cuando cree entenderlo y a cambio recibe un castigo. Sentirá soledad - y ansiedad - durante tus ausencias. Excitación ante la inminencia de un juego, o al percibir tu llegada, o antes de su paseo. Siente también aprehensión ante un desconocido - lo que lo hace tan bueno a la hora de cuidarnos-. También siente miedo por las mismas cosas que podrían darte miedo a ti, y a veces por cosas que van más allá de su comprensión, como una explosión, o un paraguas que se abre. Siente tristeza al perder un compañero - cuántas historias hemos escuchado de perros que “mueren de tristeza” luego de morir su amo-. Y también felicidad, al recostarse a tus pies o al apoyar su cabeza en tu regazo.

Sin embargo, un perro tiene su propia forma de razonar, y sus propios valores. Hay muchos puntos que nos hacen semejantes, porque en gran medida, ambos actuamos por conveniencia.
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