Lo que NO DEBE comer tu perro (1/2)



En posts pasados tocamos el tema de diversos productos que pueden afectar la salud de tu mascota gravemente, en este caso nos enfocaremos a los alimentos.

El chocolate, el café, el alcohol, la cebolla, el ajo, el aguacate, las uvas y nueces encabezan la lista de comidas que muy seguramente le abrás dado de comer a tu perro. Por ejemplo, ¿alguna vez le has dado a tu perro helado de chocolate o alguna comida cuya preparación tiene ajo?, pues este es solo un ejemplo que confirma que en reiteradas ocasiones has puesto en peligro la vida de tu mascota.





Y es que nunca falla, justo cuando estamos a punto de darle la primera mordida a esa deliciosa hamburguesa con queso, a ese pedazo de pizza o a ese sandwich que te preparaste con tanto cuidado, sientes una mirada que te atraviesa; un par de ojos te está observando fijamente. Ojos que parecen tratar de alcanzar tu alma para decirle “¿te vas a comer todo eso, y ni siquiera puedes compartir un pedacito conmigo?”.

Inmediatamente tratas de mirar hacia otro lado, pero es imposible. ¿Qué haces entónces? Te has convertido en esclavo de esos ojos tristes, lastimeros y suplicantes. Partes un pedacito mientras miras a tu perro levantar las orejas, mover la cola felizmente y hasta saborearse ese pedacito. Has decidido darle solo una probadita.

¿Realmente tienes alguna otra opción? ¡Por supuesto! No le des nada. Sabemos que adoras a tu perro, y que procuras hacer todo lo posible para verlo feliz. Honestamente ¿crees que el darle algo a probar te convertiría en un mejor propietario? Te aseguramos que no es así. Como propietario, debes tomar las mejores decisiones para que tu perro crezca de la mejor manera posible. Recuerda que estas decisiones se basan en hechos, no en sentimientos.




¿Qué le puede pasar a tu perro si caes ante sus chantajes?

Seguramente cuando tu perro pide que le des a probar algo de lo que estás comiendo, piensas “hey, cuando yo como esto me satisface y me gusta mucho, ¿qué daño puedo hacerle a mi perro si le doy un par de bocados?”. El  sistema digestivo y las necesidades nutricionales de los perros son muy diferentes a las de los humanos. Un exceso de grasa podría derivar en pancreatitis y podría incluso llegar a matar a tu perro.

La grasa es muy difícil de digerir por los perros. Por supuesto que darle una hamburguesa al perro no le provocará pancreatitis, pero si el perro tiene tendencia a presentar esta enfermedad, todo lo que necesitaría para manifestarla es una simple hamburguesa.

Además de que la pancreatitis es una enfermedad extremadamente dolorosa, si no se trata tu perro podría morir en cuestión de semanas. ¿Por qué? Por que lo que ocurre es que el pancreas se rompe. Los jugos pancreáticos que normalmente digieren el alimento, comienzan a digerir el páncreas. El perro tendrá un dolor terrible, y se presentaría vómito intenso y contínuo.

Afortunadamente, hay algunos signos que te ayudarán a determinar si tu perro es o no propenso a presentar esta enfermedad: si más o menos una hora después de haberle dado a tu perro un pedazo de pizza, hamburguesa o cualquier otro alimento grasoso, comienza a tambalearse, lo ves débil, vomita o presenta diarrea, sabrás que esa es la última vez que debes darle a probar eso.



¿Qué debo de hacer entónces?

Si no puedes evitar el antojo de la comida rápida,  y tampoco puedes soportar que tu perro te esté observando con cara de tristeza cuando te la estás comiendo, entónces sácalo al patio antes de abrir la bolsa o enciérralo en otro cuarto para que no te vea, ten en mente eso de que “ojos que no ven, corazón que no siente”.

La mayoría de caninos a la hora de comer tienen pocas excepciones, es más en cuanto tu empiezas a comer ellos se posan a tu lado a ver que recompensa sacan y muchas veces se pueden cometer errores al suministrarle ciertas comidas a tu can.


Esta es una lista con los alimentos más comunes que solemos darle a nuestras mascotas y que pueden afectar gravemente su salud:





1. Los huesos

Son malos para los animales. Pueden atravesarse o quedarse atascados en el intestino, con resultados desastrosos que suelen necesitar cirugía.

Para muchas personas es muy común darle de todo a los perros, incluso y con mas ganas, los huesos. De hecho, los perros SIEMPRE se los va a querer comer y no por eso se debe pensar que está bien y sobre todo que LES HACE BIEN. Una de las creencias más comunes es que los huesos les ayudan a mantener sus dientes limpios y que no les producen problemas. Pero eso es totalmente ¡Falso!.

Los diversos daños que pueden causar estos huesitos desde la boca hacia atrás son:

- Rasamiento o desgaste: Los huesos, al ser muy duros deterioran notablemente la salud dental. Producen desgaste prematuro del diente, generando exposición pulpar (el nervio del diente queda expuesto y eso les duele), también producen fracturas dentales.

- Pueden herir su boca (paladar, lengua, mejillas)

- Pueden quedarse enganchados por dentro del maxilar formando una especie de puente entre los dientes, o bien los huesos tipo osobuco, pueden quedarse enganchados en la mandibula, sobre todo en los perros de hocico largo.

- Pueden quedarse atrapados en cualuier parte del sistema gastrointestinal (esófago - estómago - intestinos), y obstruir por completo el tránsito, llegando incluso a necesitar  cirugía para sacarlos.

- Si el perro no se lo traga entero y por el contrario lo roe hasta hacerlo desaparecer, tendrá problemas para defecar. Como los huesos ¡no se digieren!, forman una feca seca, compacta y muy astillosa, que daña el colon por dentro produciendo dolor, sangramiento, dificultad para defecar, esfuerzo y finalmente renuencia a defecar.

Por estas razones, no menores, es que de ahora en adelante no le den huesos a sus perritos.Y si la tentación de darles algo para roer es mucha, los huesos de cartílago son una muy buena opción. Esos, SI AYUDAN a mantener una salud oral buena y NO PRODUCEN problemas de defecación.

La próxima vez que quieras darle un hueso a tu perro, asegúrate de que sea para perros, te lo agradecerá. Pero si decides darle huesos naturales, han de ser grandes, de res o cerdo, pero nunca de pollo, ya que se quiebran con mucha facilidad.





2. El chocolate

Este delicioso dulce para el ser humano, es un auténtico veneno para nuestro perro. Y no es el cacao en sí lo peligroso de este alimento, sino el principio activo de éste, una metilxantina (teobromina), que como todas, actúa a nivel del sistema nervioso central, aparato cardiovascular, músculo liso y esquelético provocando a las horas e incluso días, vómitos, diarrea, taquicardia, hiperactividad, temblores, convulsiones, pudiendo llevar al paro cardiaco.

Si descubres que tu perro ha comido chocolate, toma nota del tipo y trata de calcular la cantidad ingerida. Llama al veterinario o a un servicio de emergencias urgentemente. Asegúrate de que tus hijos (si los tienes), sepan lo importante que es guardar los chocolates fuera del alcance de su perro.

Si no te das cuenta de que tu perro ha comido chocolate, las consecuencias pueden ser serias. Si no se descubre la ingestión dentro de las 4 a 6 horas y no se le brinda el tratamiento adecuado, el perro puede sufrir fallas cardíacas, ataques de apoplejía, coma y puede llegar a morir.

Es muy común que amigos y/o familiares te digan: "Yo le he dado chocolate a mi perro y nunca le ha pasado nada", pero no por eso pases por alto la realidad que ya te dijimos, "El chocolate puede ser mortal". En muchos casos, los signos de malestar por haber comido chocolate, no se presentan inmediatamente, en la mayoría de los casos es horas después, asi que por lo mismo no se relaciona dicho malestar con el haber ingerido chocolate.

Ciertas razas de perros reaccionan con indiferencia ante esta golosina. La raíz del problema es que el chocolate contiene ciertas sustancias químicas llamadas alcaloides de metilxantina (algunos tipos de chocolate contienen más cantidad que otros). Pequeñas cantidades de estas sustancias pueden causar problemas muy serios como la constricción de las arterias y un incremento del ritmo cardíaco. Grandes cantidades pueden causar síntomas más graves, y una barra de ½ kg. puede matar a un perro de 8kg.

Ten en mente que la vida de tu perro está en tus manos. Tienes el control absoluto sobre su salud y felicidad. Si tienes alguna duda, consulta a tu médico veterinario para que te aconseje. Como último consejo te sugerimos que aprendas a decirle NO a tu perro cuando te suplica por un poco de comida.





3. El alcohol

Las bebidas alcohólicas deprimen el sistema nervioso, respiratorio y cardiaco pudiendo matarlos. Al principio notaremos nerviosismo y tal vez agresividad. El alcohol es muy malo para perros y gatos. No se necesita mucho alcohol para intoxicar una mascota. Los animales se pondrán nerviosos y atacarán cosas, hiriéndose a sí mismos. El único líquido recomendado para su mascota es el agua.

Muchas veces llega a ocurrir que durante alguna fiesta en nuestra casa, alguien coloque su "cuba" en el suelo por que no hay ningún otro lugar disponible. Incluso la ponen debajo de la silla para que nadie la tire. Y ahi, donde más protegida se encuentra, el perro de la casa llega a buscar algo con qué saciar su sed, y lo que encuentra en ese vaso es bastante dulce y relajante... y peligroso.

El alcohol ha sido la causa de muchas tragedias alrededor del mundo,que van desde enfermedades hepáticas terribles, hasta accidentes automovilísticos que conducen a la muerte de varias personas. El alcohol es una sustancia tóxica, y debe ser tratada como tal, al pensar en que tu perro podría llegar a ingerirlo. Es un hecho que ninguna mascota llegará a conducir un auto, pero si puede llegar a causar su muerte dependiendo de la cantidad consumida.

Un perro que ha ingerido alcohol puede comenzar a vomitar de manera constante y violenta, y puede llegar a convulsionarse e incluso presentarse un colapso que lleve a un estado de coma. Tu perro depende completamente de tí y de tu familia para evitar que tal cosa ocurra. Como un propietario responsable, evita que tu perro entre al lugar donde la gente está reunida y consumiendo bebidas alcoholicas.

Toma tus  precauciones Es un hecho que la gran mayoría de los perros no son nada melindrosos cuando de beber algo se trata. Prácticamente beberán cualquier cosa que huela bien para ellos. Debes tomar en cuenta que, al igual que sucede con los humanos, un perro alcoholizado se vuelve más lento para reaccionar, y no está consciente de lo que sucede a su alrededor. Debido a ésto, se encuentra más vulnerable a los peligros que pudiera llegar a haber en la calle o incluso dentro de la casa. Accidentes que pudieran haberse evitado si el perro hubiera estado completamente alerta y sobrio.

Procura mantener las bebidas alcoholicas fuera del alcance de tu perro. Quizá lo más fácil sería que lo alejaras de la fiesta, pero si es necesario que esté presente en ella, pídele a tus invitados que tengan cuidado con sus bebidas. Tristemente, a muchas personas les parece incluso cómico el que un perro esté borracho, y desgraciadamente llegan a propiciarlo ellas mismas. Por favor, no lo hagas. De verdad no sabes el daño que puedes causarle a tu perro dejando que tome alcohol.

Te recomendamos que acudas con tu médico veterinario en cuanto tengas incluso la sospecha de que alguna de tus mascotas pudieran haber consumido alcohol.




4. La leche

A pesar de las creencias, la leche suele ser mala para las mascotas, ya que la mayoría de los animales no toleran la lactosa ya que no poseen la enzima que se necesita para disolver el azúcar de la leche, lo que les produce vómitos, diarrea y diversos problemas gastrointestinales.

Así como es común en algunas personas, ellos también carecen de lactasa que es la enzima que desdobla a la lactosa en glucosa y de esta manera puede ser absorbida en el tracto intestinal, tanto las personas o animales que no poseen la enzima que desdobla a la lactosa, la leche permanece sin digerir, fermenta y es causa de diarrea.

Algunos animales pueden tolerar un poco la leche, otros, en absoluto. Si su animal disfruta y parece tolerar la leche, se le puede administrar en cantidades pequeñas y tibia, nunca fría.






5. El jamón y otras carnes saladas

Estas suelen ser muy peligrosas para las mascotas, ya que no sólo poseen muchas grasas que pueden ocasionarle obesidad, sino que además la sal puede provocarles serios trastornos estomacales y pancreatitis.

Asimismo, al comer alimentos salados, algunos perros desarrollan una enfermedad crónica denominada "bloat", que hace que su estómago se llene de gas, lo que puede terminar en la muerte del animal.



6. La cebolla y el ajo

La cebolla es nociva tanto para perros como para gatos, ya que se trata de un alimento tóxico para ellos. Los disulfidos que contiene la cebolla causan severos daños en los glóbulos rojos del animal, lo que puede causarle anemia, problemas respiratorios y hasta la muerte.

La toxicidad de la cebolla produce un tipo de anemia, la “Anemia por Cuerpos de Heinz”. Estos “Cuerpos de Heinz” son pequeñas protuberancias en los glóbulos rojos en forma de burbuja y pueden ser observadas con microscopio al teñir las células. Esta “burbuja” produce un debilitamiento del glóbulo rojo que al romperse prematuramente disminuye su término de vida.

Cuando una gran cantidad de células o glóbulos rojos se ven afectadas éstas se destruyen y se produce la anemia. Es un tipo de anemia hemolítica. La cebolla no es la única sustancia que puede producir “Anemia por Cuerpos de Heinz”. Otras sustancias como el Acetaminofén (Tylenol) y algunos productos que contengan Benzocaina también pueden producir esta anemia en los perros.

El efecto tóxico de la cebolla es el mismo tanto si se usa cruda como si es cocinada o deshidratada. El episodio hemolítico usualmente se produce unos pocos días después de su ingestión; los hematocritos descienden al 5º día de haber ingerido la cebolla.

Suministrar diariamente cebolla puede producir un efecto acumulativo debido a la formación de los Cuerpos de Heinz, mientras que se suministra de vez en cuando la médula ósea puede alcanzar a producir las células que se destruyeron prematuramente.

En cuanto al ajo, este es también causante de daños en hígado, diarrea y vómitos.


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