Una ciudad sin perros callejeros




Chilango.com


A finales de marzo, se dio a conocer que a partir del 1o de mayo serán sacrificados tres mil perros callejeros mediante el uso de barbitúricos. Más allá del problema de que las autoridades se pongan a asegurar que con este método los perros no sufrirán más de lo necesario, a nosotros nos angustia el hecho de que no exista una cultura moderna sobre las mascotas.

Se estima que la población total de perros chilangos es de más de un millón; de ellos más de 120 mil son callejeros. Para evitar llegar al extremo de sacrificarlos, enlistamos algunas recomendaciones para reducir la población de perros callejeros y, de paso, para darle una mejor vida a tu mascota perruna.


1.- No le compres cachorros a cualquiera que te topes en la calle

¿Por qué?
La mayoría de esos animalitos son "maquillados" para tener rasgos de cierta especie. Ya sea que los rapen, les pinten el pelo –con alguno de los tintes comerciales que todos conocemos–, o les corten las orejas, estos tipos están dispuestos a maltratarlos con tal de venderlos. Además, es casi seguro que no cuenten con sus vacunas de ley; el contacto con humanos hace que adquieran enfermedades y por eso no es nada raro que un cachorro comprado en la calle muera al poco tiempo de ser adquirido.

A ver...
En los primeros días de abril Norberto Solís Cruz, diputado del Partido Verde Ecologista de México, denunció que en el Mercado de Sonora fue vendido un “pastor alemán” de 3 meses que tenía rabia.



2. No regales perros como si fueran chocolates

¿Por qué?
Todos conocemos el encanto que tienen los cachorritos y lo bonito que se siente cuando te hacen un obsequio, pero también debemos ser concientes de que se trata de un ser vivo que vivirá por muchos años, tiempo que necesitará cuidados y alimentación. Antes de regalar un perro, piénsalo dos veces. Habla con el futuro dueño para conocer el ambiente en el que vivirá el perro, si tendrá los cuidados necesarios, pero –sobre todo– asegúrate de que la persona a quien se lo regalas es responsable.

A ver...
La edad promedio de vida de un perro es de entre 7 y 12 años, aunque hay perros que viven hasta los 15.


3. Olvídate de los particulares que se meten a armar criaderos

¿Por qué?
Es muy diferente alguien que tiene una mascota preñada y decide regalar a los cachorros -por falta de espacio o atención– a personas que cuidarán bien de ellos, a alguien que tiene perros y los cruza con la intención de venderlos sin importar la suerte que correrán. Sobre todo si no tienen las condiciones y el profesionalismo para hacerlo.

A ver...
La Federación Canófila Mexicana mantiene el registro de criaderos especializados en donde puedes adquirir una mascota.




4. Di NO a las peleas de perros.

¿Por qué?
Por favor, entiende que cuando tus amigos dicen que te pareces a Gael Garcia Bernal en Amores Perros no es un halago. Echar a pelear a tu perro por querer ganar dinero o por "estar en onda" demuestra carencia de civilidad. Todos los canes usados en peleas son sacrificados o echados a la calle una vez que sus dueños cavernícolas consideran que su vida útil como perro de peleas ha terminado.

A ver...
Si tantas ganas tienes de ver sangre, ¿por qué no mejor tú y el dueño del otro perro se agarran a golpes? En una de esas eres mejor boxeador que promotor y vas a ganar mucho dinero. Ah y ahí hasta los perros los te echarán porras.



5. Compra una mascota que se adapte a tus necesidades

¿Por qué?
Si ya lo decidiste y quieres un perro que te haga compañía, trata de usar el sentido común y no te dejes llevar por los ojos manipuladores de cualquier cachorrito ansioso de cariño. Recuerda que además de cuidados y alimentación, también requiere un espacio y de alguien capaz de satisfacer sus necesidades, según su raza.

A ver...
Si vives en un departamento pequeño no vayas a querer tener un San Bernardo y si te gusta salir a correr no elijas un Bulldog.



6.- Esteriliza a tu mascota.

¿Por qué?
Con la esterilización contribuimos de una manera significativa a disminuir la población de perros callejeros.

A ver...
Hay dueños que se niegan a esterilizar a sus perros porque piensan que al hacerlo le están haciendo un mal, que perderá su valor o que –como macho– se volverá cobarde y –como hembra– se pondrá triste por no tener perritos. Siglo XXI ¡eh, chavos!.



7. Rescata a un perro de la calle

¿Por qué?
Cada que caminamos por las calles del DF, vemos perros vagando en busca de un poco de comida, muchos han vivido en las calles desde que eran cachorros y fueron abandonados por sus dueños. Si por tu casa o trabajo hay alguno, saca al buen samaritano que llevas dentro, tómalo y llévalo al veterinario para que lo atiendan y hasta lo puedas llevar a vivir contigo sin problema.

A ver...
Te aseguramos que será el perro más fiel del mundo. Nunca olvidará que tú fuiste quien lo salvó de las calles.




8. Adopta

¿Por qué?
En los centros de adopción hay muchos perros esperando por un hogar, puedes encontrar desde cachorros (de semanas de nacidos) hasta perros grandes y tranquilos, ideales como compañía para personas mayores.

A ver...
Además de darles una nueva oportunidad de vida, evitarás su venta indiscriminada y su reproducción desmedida.



9. Cultura canina

¿Por qué?
Una mascota es un integrante más de la familia. Todos sus miembros deben convivir con él, aunque la relación con su líder –quién lo saca a pasear, le da de comer, lo recogió de la calle– siempre será más fuerte. Es común que los perros generen un vínculo sumamente especial con los niños.

A ver...
Los más recomendable es educar a los niños a cuidar y tratar bien a sus mascotas. Con ellos, los pequeños aprenden de una forma divertida y gustosa lo que es ser responsable y a crecer física, psicológica y moralmente.


10. ¿De verdad puedes?

¿Por qué?
Una cosa es sentirnos atraídos por los perros y otra tener la responsabilidad para hacernos cargo de ellos. Antes de aventarnos a cuidar alguno debemos sincerarnos con nosotros mismos: ¿somos capaces de vivir con un perro? Recuerda que hay gastos y obligaciones: llevarlo al veterinario, alimentarlo, sacarlo a pasear, levantar sus desechos. Y verlo mover su colita.

A ver...
Si tienes o estás a punto de tener uno, sigue estas recomendaciones y te aseguramos que tanto tú como tu mascota serán felices durante mucho tiempo.



Fuente:
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