¿Sin orejas ni rabito?

Muchas razas de perros como Boxers, Doberman Pinschers, Gran danés y, en algunos casos, Pitbulls, son reconocidos por la forma de sus cabezas. Durante años, los criaderos especializados y los dueños orgullosos de estas razas, han sometido a los cachorros a cirugías que consisten en cortales sus orejas y hasta sus rabos. Hoy en día, muchos se preguntan si dichas cirugías tienen una base científica y cuáles son los beneficios para nuestra mascota.




Según algunos expertos de aquellas épocas, dicha cirugía tenía que ver con la protección del canal auditivo del animal, para así prevenir enfermedades graves de las orejas. La realidad es que cortarle las orejas a tu perro no va a prevenir ninguna infección, éstas ocurren sin importar su raza, tamaño o la forma de sus orejas.

En otros casos, dichos cortes se realizan con el fin de hacer lucir al animal más intimidante y peligroso. Situación que en muchos casos se encuentra ligada a las horribles peleas ilegales de perros. Se hace con el fin de que el perro luzca más feroz y, al no tener orejas largas, su oponente tiene menos posibilidades de herirlo.

El procedimiento de cortarle las orejas a los caninos se realiza por lo general con 12 a 14 semanas de nacido. Debe usarse anestesia general, lo cual lo convierte en un procedimiento aún más riesgoso. Además, deben ser perfectamente curadas y vendadas para evitar infecciones o complicaciones. Es por ello que debe ser un veterinario certificado quien se encargue de dicha cirugía.




En octubre del 2003, el AVMA (Asociación de medicina Veterinaria, por sus siglas en ingles) anunció que se opone al corte de orejas en los caninos al igual que al corte de su rabo. Se considera una práctica innecesaria y cruel para el animal. Además, cualquier veterinario que la realice, debe reportar al dueño del canino para evitar que sea usado en peleas de perros.

La realidad es que cortarle las orejas o el rabo a tu animal es una cuestión estética. Nada tiene que ver con ventajas médicas o físicas para tu canino. Lo más importante es siempre consultar con nuestro veterinario antes de tomar cualquier decisión y recordar que nuestros animales son hermosos tal y como son; nada es más valioso que su salud y bienestar. Si aún así, has decidido cortarle las orejas o cola a tu mascota, acude con un especialista.


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