Una hermosa forma, de decir adiós.

Helena y Laurent son una pareja de fotógrafos que radica en San Francisco y el día que su perro Lunga falleció, decidieron documentar el proceso de sepultarlo y compartir en su blog, ese momento tan personal y doloroso.

El fallecimiento de Lunga, fue presentado a través de fotografías llenas de amor y que representan lo que ellos como pareja, sentían por su perro.

Helena comentó: "Las bodas son hermosas pero también lo es la pérdida; la pérdida es bella porque también es sobre el amor. Los funerales son expresiones ceremoniales de nuestro amor por otro, las dos caras de la misma moneda."

Al igual que muchos perros leales, Lunga era el mejor amigo de Laurent, le seguía donde quiera que iba. Vivió una vida aventurera. En algún momento, fue el compañero de Laurent durante un recorrido en autobús, viajando por el país cuando su dueño era payaso profesional en un circo. Cuando el huracán Katrina llegó a Estados Unidos, el perro nadó para salvar su vida, y estuvo perdido por meses. Como todo un milagro, Lunga logró regresar a brazos de sus dueños.

El pasado 2013, Lunga falleció y la pareja decidió rendirle homenaje de una manera muy particular. En una parcela agrícola propiedad de la familia, cavaron un agujero, la colocaron en una hermosa cama de flores y luego plantaron un árbol de cereza sobre su tumba.

Les compartimos parte de esas bellas imágenes.