La alergia que padecía este perrito, era difícil de creer




Este perrito callejero fue encontrado sufriendo de una extraña condición que afectaba su piel. Quienes lo rescataron, lo trataron con tal dedicación como para revertir su situación y salvar su vida.

Cuando Robin Herman, encargada del refugio Lucky Dog Retreat Rescue, Inc. en Indianápolis vio por primera vez a este labrador negro llamado Adam, supo que tenía que hacer algo para intentar ayudarlo. Ella y su equipo habían tenido éxito tratando enfermedades de la piel en perros en el pasado, por lo que sospechaba que todo lo que el cachorro necesitaba era alguien que tuviera la suficiente paciencia como para encontrar la causa de su problema.

“En su mayoría, solo se trata de darles buena comida y un ambiente libre de estrés. Usualmente se sanan con rapidez” comentó Herman.

En el centro de rescate le dieron una dieta especial a Adam y baños medicinales frecuentes, sin embargo, luego de 6 semanas de tratamiento especial, la condición de su piel no mejoraba. Así que Adam tenía que usar un collar isabelino todo el tiempo, de lo contrario se mordía y rascaba su piel irritada hasta sangrar.

Herman y su equipo estaban perdidos, pero se negaban a dejar atrás la búsqueda de una solución. Ese fue el momento en el que la veterinaria de Adam recomendó hacer un examen de sangre para ver si había algo más en el medio ambiente que le causara una reacción alérgica.

Cuando los resultados estuvieron listos, Herman no podía creerlo. Adam era alérgico a las personas.

“Me reí. Pensé que la veterinaria estaba bromeando. Pero dijo que no, y volví a reírme” recuerda Herman. “Luego nos explico que de la misma forma que los humanos podemos ser alérgicos a la caspa de perro, los perros pueden ser alérgicos a la caspa humana. También se mostró sorprendida. Nunca había visto algo así antes.”

Para quienes habían estado tratando de curar a Adam, de pronto todo tuvo sentido. Todo el tiempo y la atención que le habían dedicado al tratar de cuidarlo sólo habían sido para peor. Pero ahora que sabían lo que pasaba, ya tenían claro el como tratarlo.

Adam pronto comenzó un tratamiento con suero de sangre que fue creado especialmente para él y que le ayudó a su cuerpo a mejorar su tolerancia ante la caspa humana. 

“Sólo queremos que esté cómodo para que no tenga que usar el collar de por vida. Una vez que lo logremos, y si Dios lo quiere, le buscaremos un hogar,” comenta Herman, notando que Adam se ve muy animado a pesar de los desafíos que ha tenido que pasar.

“Mientras él quiera seguir luchando, seguiremos a su lado. Es muy dulce y divertido… Es un cachorro muy especial.”







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