Secundaria de Chihuahua se convierte en hogar de perritos de la calle.



Perros de la calle de la Secundaria Federal 15 de Chihuahua, comparten patio, pasillos e incluso aulas, con los alumnos de esta escuela, que se convirtió en un hogar para los animalitos que sufrieron de abandono y ahora corren junto a los estudiantes en las clases de Educación Física, pasean por entre las butacas, esperan un bocadillo al lado de la cafetería y acompañan, cuidan y protegen las instalaciones y a sus estudiantes.

'Dejando Huella' es el nombre del proyecto iniciado por Osvaldo Ortega, prefecto de dicha secundaria y en la cual colaboran los casi 700 alumnos inscritos. El proyecto nació con la adopción de cuatro perros como Cassey o El Pinto que han encontrado un techo en el plantel.

En la secundaria los canes son vacunados, esterilizados, alimentados y también obtienen atención veterinaria además del cariño de los estudiantes, personal administrativo y docente.

“En el proyecto que se presentó ante la dirección se maneja que los perritos deben contar son su cartilla de vacunación, para poder confirmar que están vacunados y no hay ningún riesgo”, señaló Osvaldo.

El prefecto platicó que es habitual que los perros se acerquen a las escuelas en busca de agua y alimentos que los menores dejan tirados en el patio. Aunado a esto, la secundaria se encuentra en una colonia de la periferia en Praderas del Sur, donde la problemática se da con mayor frecuencia.

“En las mañanas llegan aquí muchos perritos y de ahí la idea de atenderlos, porque muchos venían lastimados, una de las que tenemos que es muy querida por todos, 'Cassey', -así le pusieron los niños- un día la encontramos dentro de la institución golpeada en el cráneo y de una de sus piernas, lesionada y llena de sangre. La llevamos a un veterinario, la adoptamos y de ahí surge todo”.

Los animalitos que llegan a la institución fueron rescatados en condiciones físicas y psicológicas deplorables, algunos con sarna, heridas abiertas, con secuelas de maltrato y desnutrición; sin embargo, estudiantes y maestros realizan actividades y colectas voluntarias cada 15 días para recaudar fondos y pagar veterinarios, así como croquetas para los canes. Asimismo, alumnos voluntarios se dedican a ayudar a los conserjes a limpiar las heces.





“Sabemos del problema de las heces, pero en la mañana vienen 4 ó 5 niños y antes de que entren los demás se recogen. También el baño de los perritos es voluntario y muchos niños quieren ayudar".

Otra de las ventajas de este proyecto también se ve reflejada en la educación de los alumnos, quienes señalaron que no les molestan los perros y les gusta mucho jugar con ellos, lo cual también les ayuda a su desarrollo como personas con valores. Cabe señalar que incluso para elegir el logo del programa se realizó un concurso entre los alumnos, donde ganó el más votado.

“Aprenden valores como solidaridad, el respeto a la vida. Algunos alumnos tienen problemas familiares y al ver esto les cambia su vida diaria, y eso les ayuda bastante”, explicó Osvaldo.

Este proyecto que lleva un año de vida, pretende continuar y expandirse a otras escuelas, así como realizar adopciones y otras actividades para ayudar a los perros. 

Para más información, visita Dejando Huella






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