Encontré a un animalito

De Mundo Feliz


Hay dos indicios (que no son los únicos, ni son una regla) que nos dicen si un animalito está extraviado: su nerviosismo y su aspecto. En este caso se nota de inmediato a un animal que anda sin rumbo fijo y que no sabe andar en la calle, además de que se ve bien comido (en el caso de que lleve horas o pocos días de extravío) y la calidad de su pelaje, el cual posiblemente será más cuidado.



¿Qué se recomienda?

Primeramente háblale con calma, ya que posiblemente esté asustado y nervioso. Acércate con cautela y trata de ganarte su confianza con palabras o con comida, procurando ponerte a su estatura y tratando de no verlo directo a los ojos. En dado caso se le debe acorralar en un sitio seguro y echarle un lazo con una argolla en un extremo (un collar improvisado), para atraparlo.

Siempre hay que tener cuidado de no exponer su vida (y mucho menos la nuestra) persiguiéndolo, sobre todo si hay coches alrededor.

Si el animalito es confiado hay que preguntar a la gente de los alrededores si es de alguien: hay que descartar la posibilidad de que se trate de un “callejero con dueño” (en este caso, será decisión muy personal si aún así decidimos llevarnos al animal por verlo en malas condiciones). Habrá que verificar entonces si porta collar y placa.

A continuación hay que llevarlo al veterinario para que lo revise (si tiene alguna herida, afección o necesita vacunarse o desparasitarse) y entonces decidir si se queda pensionado ahí (dependerá de nuestras posibilidades) o nos lo llevamos a casa.

Si se va con nosotros hay que alimentarlo y acondicionarle un lugar especial y apartado de nuestras mascotas, si las tenemos (una especie de cuarentena por si pudiera contagiarles de alguna enfermedad).

Hay que poner entonces carteles y anuncios en la ciudad, clínicas veterinarias, tiendas de mascotas y gacetas relacionadas con animales indicando que encontramos a uno. Manda un mensaje electrónico a asociaciones como www.perrosextraviados.org


Si aparece el supuesto dueño y va a tu casa, mantén al animal en una habitación sin que vea a la persona para ver cómo reacciona con su voz: esta es una prueba esencial. Si te contacta por teléfono, pide una descripción exhaustiva del animal y ponle una trampa.


Si tienes dudas sobre el dueño o supuesto dueño, mejor no lo entregues, ya que podría tratarse de un animal maltratado o utilizado para peleas (sobre todo si es de una raza utilizada para ello). Y por último, antes de entregarlo a una protectora o albergue (nunca al antirrábico, pues seguramente lo condenarías a una muerte cruel), averigua si lo mantendrán con vida o será eutanasiado (muerte sin dolor por inyección letal). Piensa que en ese tipo de lugares suelen tener demasiados animales albergados y que posiblemente no puedan tenerlo mucho tiempo ahí. Y alguien puede estar buscando desesperadamente a esa mascota.



Fuente
Al rescate

Con la tecnología de Blogger.